La seño se quedó con la boca abierta cuando nos vio lo que habíamos crecido y lo mayores que estábamos. Y eso se notaba en todo, hablamos mucho mejor, trabajamos fenomenal y aunque estábamos algo cansados y al final de la mañana nos podía el volver a la rutina , hemos echo un montón de cosas .
Hemos jugado a los pollitos de Laura para practicar nuestra pinza y jugar a nuestro juego del silencio , clasificando gusanillos cortos y largos . Que por cierto nos ha servido para dejar las ceras de pequeños y ahora pintamos con rotu y ya mismo con ceras finitas .
En nuestros carteles de los nombres rojos , que vemos todos los días para buscar el del ayudante , han aparecido tres carteles de palabras nuevas que ya mismo va,os a saber leer y escribir , es lo que tiene ser mayor y aprender tanto.
El viernes como es el día de cuento, menuda sorpresa nos llevamos , en nuestra caja de las sorpresas había un reloj , si si como lo estáis leyendo, un reloj , no teníamos ni idea de que cuánto era , hasta que Abril dijo , en el cuento de los cabritillos , el pequeño se mete en un reloj. Menudo aplauso le dimos, lo había adivinado, primero la seño os lo contó , que por cierto nos encantó y luego lo vimos en nuestra súper pantalla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario