Hoy cuando hemos llegado del recreo ¡¡sorpresa sorpresa!! Nano había venido a visitarnos, y no es ese Nano que estáis pensando , si no era un Nano mucho más peludo y más pequeño metido en una jaula: la cobaya de Marcos Martín , si como lo leéis se llama Nano como el marido de la seño. Madre mía !!! Santo Cristo que nombre tan guay. Pobrecillo tantas manos y tantos ojos observándole .
Hasta nuestros vecinos de tres y cinco años han venido a conocerle.
Y por cierto fijaos en las fotos, no solo en esa Preciosa Cobaya sino en el postureo que nos gastamos . La seño dice que está hartita de hormonas en ebullición ¿Porque dirá eso? .
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