Pues ya sabemos reconocer el número uno, sabemos que en el país del uno sólo hay una cosa, y ya toca saber cómo se hace, pero María Eugenia dice que lo que no pasa por los nuestros pies no llega a la cabeza ni a las manos jijiji, y ahí estábamos pasando por el puente del número uno, con mucho cuidado porque abajo había un montón de cocodrilos hambrientos deseando comernos .
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