lunes, 12 de septiembre de 2016

Ha empezado un nuevo curso

Por fin hoy ha empezado el cole, que ganas teníamos y nuestros padres seguro que también.
Ha sido un día genial, y es que ¡¡Cuánto hemos crecido!! Ya no somos los pequeños del colé ¡¡TENEMOS 4 AÑOS!! .Pepiño y Rosi nos han traído el 4 y ya hemos quitado ese 3 de pequeños.


Y así somos los niños de cuatro años, os lo contamos muy resumido y de forma general para que podáis entendernos mejor.


Los niños de 4 años están repletos de energía. Quien tenga un niño de esta edad sabe que son inagotables, deseosos de aprender por sí mismos y con ganas de participar en las tareas de casa ayudando en todo lo que puedan, y se muestran mucho más independientes. Pero también son inestables emocionalmente, pasan de la risa al llanto con mucha facilidad y aparecen de nuevo las rabietas, es lo que llamamos pequeña adolescencia.
 
En su desarrollo físico y motriz observamos:
• Muestran mayor coordinación en sus movimientos corporales.
• Pueden recoger un balón en movimiento.
• Su sentido del equilibrio mejora y pueden andar ya a la pata coja manteniendo el equilibrio sobre un pie. Se trata de un hito importante respecto a la anterior etapa.
• Tienen mayor habilidad en la motricidad fina de sus dedos.
• Puede recortar con tijeras.
• Son capaces de vestirse y desvestirse sin ayuda. Lavarse los dientes, la cara y las manos. Los padres debemos fomentar estos hábitos de autonomía.
En cuanto a su lenguaje:
• Son capaces de expresar verbalmente su estado de ánimo “estoy enfadado”, también sus necesidades personales y deseos. Y obviamente, intentan satisfacerlos.
• Son capaces de combinar oraciones cortas.
• Les entusiasma hablar con los adultos y vuelve a aparecer otra etapa del “¿Por qué?”. Preguntan por todo aquello que despierta su curiosidad y les inquieta. Es importante responderles siempre con la verdad, ya que de este modo les estamos enseñando a pensar y a hacerse una idea del mundo en el que vive.
• Les divierten las adivinanzas, chistes y juegos de palabras.
• Muestran dificultad utilizando los tiempos verbales, por ejemplo es común oírles decir: “ya sabo” por “ya se”.
• Entienden el argumento de algunos cuentos sencillos. 
 
A nivel conductual y emocional:
• A esta edad los niños son egocéntricos, y quieren que el mundo gire a su alrededor, pero ya es capaz de compartir juegos y juguetes con otros amigos o compañeros.
• Participan en juegos con otros niños de su misma edad y les gusta su compañía.
• Empiezan a mostrarse independiente, pero es normal que en ocasiones muestren ciertas inseguridades ante situaciones y personas desconocidas.
• Necesitan sentirse importantes para las personas de su entorno.
• Reconocen las emociones y sentimientos de los demás.
• Muestran actitudes de protección ante los más pequeños.
• Les gusta hacer encargos y asumir responsabilidades en las tareas domésticas y escolares. De aquí que sean importante la figura del “ayudante” en el aula.
• Les gusta que los elogien cuando hacen las cosas bien, pero todavía no son capaces de reconocer sus errores.
• Son fantasiosos y es probable que tengan algún amigo imaginario. Esta es la edad en la que aparecen con mayor frecuencia.
• Mezclan fantasía con realidad.
• Son capaces de interrumpir una tarea que les interesa y volver a retomarla después.
• Aunque empiezan a controlar en cierto sentido su conducta y sus impulsos, es frecuente que vuelvan a aparecer las rabietas. Quieren imponer sus deseos desafiando a los adultos y más concretamente a los padres, y aquí debemos seguir actuando con paciencia y mano izquierda, recordemos que son todavía muy pequeños y que nosotros como adultos los estamos educando.
 
A nivel sexual:
 
• Los  niños avanzan en el conocimiento de su cuerpo centrando su curiosidad en las diferencias sexuales y el juego lo pone de manifiesto. Jugar a la mamá, al papá, a los hijos, a los novios, a los casados, es una constante.  
 
•  Entre los 3 y 5 años es la fase de la autoexploración.  Tienen interés por conocer sus genitales, se tocan. Es importante evitar expresiones del tipo: “¡¡qué haces!!, eso no se toca, ahí no te toques que es feo…. ” Porque no es ni feo ni malo que se toquen sus genitales, con ello están aprendiendo a conocerse. Se acentúa el interés por los genitales del otro sexo, empiezan a descubrir su sexualidad. A través de sus juegos y muñecos expresarán  sus fantasías sexuales. Lo mejor es tratar esta etapa con naturalidad, respeto por los juegos, realidad y sencillez a la hora de responder sus preguntas.
 
• Desde el punto de vista de la teoría psicoanalítica el niño de 4 años se halla en plena fase del llamado, “Complejo de Edipo”. 
El niño  va a tener un apego por su madre si es niño y/o preferencia por su mamá, identificándose con el papá y “compitiendo” con él por su mamá. Con la niña sucede lo mismo pero con el papá. Tras la resolución del complejo de Edipo, el niño va a entrar en la cultura propiamente dicha, tras tener su primera gran desilusión o frustración, al descubrir que su madre o padre no les pertenece y que la ley opera como represión a los instintos o a la satisfacción de los deseos.

 


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